martes, 31 de mayo de 2011

INTERIOR. LAURA WITTNER

Débil olor a lluvia, y las hojas del árbol que empiezan a
moverse.

Deseo inconfesable : que llueva, que no venga nadie.

Refugio en medio de las cortinas de agua,
sabiendo que existen otras cosas, pero que no hay acceso.

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